1 de agosto de 2009
sueño#3
Y dormía con los ojos abiertos y despertaba en sueños, mientras se decía al oído: todo va bien...
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Es tarde y hace frío, la otra noche quedé contigo en la estación, tú llevabas el pelo recogido y ese abrigo amarillo, te quedaba tan bien. Me miraste con la huella de un mal que ya pasó, me llamaste por mi nombre, ese día hablamos de ti… giré la cabeza y allí te vi, con una rosa en la boca.
Sabes, me encantaba tu soledad, pero ahora dime si fue real o solo un sueño, es que esta ceguera me impide reconocer los límites: aquellos breves centímetros que quedaron entre tus manos y las mías, aquellos precisos susurro en los que reconocí tu posición y la mía…
Aquel papel en blanco
Escribo tu nombre en un papel en blanco que arranco de aquel cuaderno viejo. Escribo tu nombre buscándote, como intentando recordar,como sintiéndote respirar. Entonces palpo la cicatriz en mi piel que dejaste con tu presencia y siento que este momento se merece algo.
No se, creo que haré un avión con el papel en el que escribí tu nombre,...y se que volara alto.
Y gritaré que ya es tiempo que este es el momento, que te encontrare en esta ciudad, la de las muchachas guapas de sonrisa revolucionaria, de sonrisa revolucionaria.
Y digiriendo aquellas caricias me lanzo a esa rutina: la de los cafés en vena y aquellos cruces de miradas, la del metro y sus historias que se olvidan en la espera. La de la suave mañana, la de esta ciudad que despierta poco a poco, que se despereza, y así encontrarme una vez más con la rutina de esa sonrisa revolucionaria.
Volveré a soñar contigo, volveré a escribir tu nombre en aquel papel, volará alto, lo veré perderse entre la multitud.
La piel del corazón
Con temor de volver a abrir la caja de Pandora
sólo pienso en salir, sólo pienso en el ahora.
Hago una promesa, recuerdo el sentido
me fijo un objetivo y olvido lo vivido...
no se qué pretendo con esto, ni entiendo con qué pretexto
me presenté así en ti, pero te juro
que volvería a hacerlo otra vez
y ahora tiemblo...
Y no es el frio sino el recuerdo
de una herida en la piel del corazón
De una huida que tuvo su razón
De aquella canción que tarareaste en mi oido
que evito con mi vida que se la lleve el olvido.
Que ya pasa el tiempo, que ya no te encuentro,
que apenas entiendo en qué consiste esto.
Que el futuro se deshace y deliro con ese instante
en el que se paraba el mundo y allí estabas tú
pero me resbalo entre la gente y me pierdo indiferente,
salgo corriendo y de repente me veo tarareando insistentemente
aquella canción que susurraste en mi oído
que evito con mi vida que se la lleve el olvido.
Me dijiste que no atrapara sentimientos,
no te hice caso, no te miento
cuando te juro que lo intento, lo siento
no te hice caso y ahora tiemblo...
Y no es el frio sino el recuerdo
de una herida en la piel del corazón
De una huida que tuvo su razón
De aquella canción que tarareaste en mi oido
que evito con mi vida que se la lleve el olvido.
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