16 de octubre de 2010

Perdón, por la excesiva tristeza de este blog.

15 de octubre de 2010

Recurriendo a Silvio.

"Cómo gasto papeles recordándote, cómo me haces hablar en el silencio, cómo no te me quitas de las ganas aunque nadie me vea nunca contigo, y cómo pasa el tiempo, que de pronto son años, sin pasar tú por mí detenida. Te doy una canción..." (Silvio Rodríguez, 1975)..................................................................................................................................................................... "Ahora sólo me queda buscarme de amante la respiración, no mirar a los mapas, seguir en mí mismo, no andar ciertas calles, olvidar que fue mío una vez cierto libro. O hacer la canción. Y decirte que todo está igual, la ciudad, los amigos y el mar, esperando por tí. Sigo yendo a Teté semana tras semana, ¿te acuerdas de allá? Hoy hablo de fusiles despidiendo muertos. Yo se que ella me ama, es por eso tal vez, que te siento en sus alas, aunque ahora no estás. Y se siente en la conversación, o será que tengo la impresión de la ausencia y de tí. No quisiera un fracaso en el sabio delito que es recordar, ni en el inevitable defecto que es la nolstalgia de cosas pequeñas y tontas como en el tumulto pisarte los pies. Y reír, y reír y reír, madrugadas sin ir a dormir, es distinto sin tí, tan distinto sin tí. Las ideas son balas hoy día y no puedo usar flores por tí, hoy quisiera ser viejo y muy sabio y poderte decir lo que aquí no he podido decirte, hablar como un árbol con mi sombra hacia tí. Como un libro salvado del mar, como un muerto que aprende a besar para tí." De la ausencia y de tí. (Silvio Rodríguez 1969).

2 de octubre de 2010

La misma historia (seguiré)

Hace ya algo más de un mes, me dio por escuchar canciones de Mikel Erentxun, y una de ellas se repetía en mi cabeza, decía así: “No era mi idea volverte a llamar, pero agosto es lluvioso y no da cuartel, dice que hay muchas cosas que nunca te he dicho”. Resulta que era agosto, que eran días lluviosos y escribí una canción que no es ninguna maravilla, pero que necesitaba cantar. Se llama “la misma historia”............................................................... Era tarde y yo seguía sin decidir qué camino seguir, pensé en salir por allí y así alejarme un rato de mi, dicen que si encuentras el momento preciso después sólo es cuestión de dejarse llevar y con algo de suerte llegar. Y yo seguiré pensando que quedaron tantas cosas por decir, y seguiré creyendo que tuvimos aquellas playas a las que huir y seguiré recordando como se detuvo hasta el mar para presenciar cómo te deslizas por la ciudad. Y las calles con sus portales sedientos de historias que contar y los bares con la canción del verano, aquella chica bailando, daban que pensar. Era la misma historia, que no podía cambiar, tú te alejabas sin decir nada, y hasta los gatos escribían poemas por ti. Y yo seguiré pensando que valió la pena aquel sueño por el que luchar, y seguiré buscando por las calles esa brisa que me hizo temblar, y seguiré jurando aprovechar cualquier oportunidad de observar como te deslizas por la ciudad. Era tarde y yo seguía sin decidir qué camino seguir, pensé en salir por allí y así alejarme un rato de mi. Yo seguiré pensando que aún nos quedan tantas cosas por decir, y seguiré creyendo que aun tenemos aquellas playas a las que huir.Y seguiré jurando aprovechar cualquier oportunidad de observar como te deslizas por la ciudad. Y seguiré hasta escribirte esa canción que te cuente como quizás las cosas ya no van tan mal. Era la misma historia y yo sin decidir.