Escrito durante los últimos meses. Poco a poco se fue concretando, a veces la di por perdida, pero la acabé retomando por necesidad vital.
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Propuesta vital
Huele a tormenta,
llega cruzando la avenida.
Es domingo por la tarde y voy
con la mirada perdida.
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Esquivando cloacas
por una gran vía cualquiera,
el mendigo descubre
mi soledad y mi ausencia.
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Me dice que hay un tren
que se acerca, ¿no lo oyes?
Se llevó un ángel y dejó
un cuerpo dormido en el andén.
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Yo le respondo que algo en mi
me empuja a pensar
que aun es pronto y a sentir
que aun le tengo mucho
que decir.
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Y que aun hay razones para creer
que es tiempo de revolución,
de sueños y utopías,
de otro mundo posible.
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Anda, chica de ojos verdes
dime tu nombre por favor,
déjame entrar, no te marches,
necesito escuchar tu voz.
Cuéntame tus sueños
y hazme volar.
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Quizás dirás que no,
que ya no hay fantasmas
que acechan alrededor,
que prefieres estar sola
y dejar la vida pasar.
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Pero quizás no sea así…
Así que abre las ventanas
recógete el pelo y
ponte ese vestido nuevo,
que hoy hay fiesta en la calle
levántate y hazme temblar
y háblame de revolución
de la vida y sus historias
de esas cosas y de ti…
.
Afuera siguen dando guerra
con su derroche de siempre.
Perdidas almas en venta
cansadas ya, habrá que huir de aquí.
.
Mientras la ciudad estalla
y se desgarra con su llanto
quizás cojas el tren
y quede el banco vacío,
y un suspiro tardío
se verá perder en la marea
de esta ciudad sin memoria.
.
Pero quizás no sea así…
Y un día, no se cuando ni donde
no parará de llover,
habrá magia en el aire
y otra respuesta en tu boca.
.
Y saldremos a la calle,
será el momento.
Corriendo el peligro
de perder el aliento.
Hasta que lleguemos al fin
a ese lugar
del que te oí hablar.
.
Huele a tormenta,
llega cruzando la avenida.
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