28 de diciembre de 2008

Sexto informe de ausencia.

Empezado el 15 de octubre

.

Recordándote.

.

Háblame de ese instante preciso de ti.

Duerme ahora pequeña

cierra los ojos y sueña,

que en tu voz vi el futuro,

la batalla en tu susurro.

.

Duerme ahora y sueña

que aun es tiempo de esperanza,

que en ti vi la promesa,

de otro mundo posible.

.

Me hablarás entonces

de esa sonrisa

que inspira tantas

y llena la soledad

de este mundo vacío

que grita con su llanto

que se queja tanto

que no te conoce aun.

.

Duerme ahora duerme

que aquí ya no vuelven,

con su acecho constante,

la hipocresía de siempre.

Ahora duerme.

.

Duerme y cuando llegue

el nuevo día,

quizás tu voz me salve

de tanta huida.

Sin salida.

.

Me hablarás entonces

de tu lucha latente,

tu presencia

y de cuando en cuando

tu ausencia,

de tu voz,

de la luz,

de esa caricia

que faltó.

Maldito vértigo

de no verte más.

.

Me hablarás entonces

de ese salto mortal,

y de esa huida,

y de estas ganas urgentes de ti.

De esa luz,

de tu silueta,

y de esas manos

que toqué.

De esa huida

de este mundo de locos.

De tantas cosas

y de ti,

de ese instante preciso

de ti.

.

Pero duerme ahora pequeña

cierra los ojos y sueña,

que tu voz me dijo tanto.

.

Duerme ahora pequeña

cierra los ojos y sueña.

.

Duerme ahora pequeña…

Quinto informe de ausencia.

Escrito durante los últimos meses. Poco a poco se fue concretando, a veces la di por perdida, pero la acabé retomando por necesidad vital.

.

Propuesta vital

Huele a tormenta,

llega cruzando la avenida.

Es domingo por la tarde y voy

con la mirada perdida.

.

Esquivando cloacas

por una gran vía cualquiera,

el mendigo descubre

mi soledad y mi ausencia.

.

Me dice que hay un tren

que se acerca, ¿no lo oyes?

Se llevó un ángel y dejó

un cuerpo dormido en el andén.

.

Yo le respondo que algo en mi

me empuja a pensar

que aun es pronto y a sentir

que aun le tengo mucho

que decir.

.

Y que aun hay razones para creer

que es tiempo de revolución,

de sueños y utopías,

de otro mundo posible.

.

Anda, chica de ojos verdes

dime tu nombre por favor,

déjame entrar, no te marches,

necesito escuchar tu voz.

Cuéntame tus sueños

y hazme volar.

.

Quizás dirás que no,

que ya no hay fantasmas

que acechan alrededor,

que prefieres estar sola

y dejar la vida pasar.

.

Pero quizás no sea así…

Así que abre las ventanas

recógete el pelo y

ponte ese vestido nuevo,

que hoy hay fiesta en la calle

levántate y hazme temblar

y háblame de revolución

de la vida y sus historias

de esas cosas y de ti…

.

Afuera siguen dando guerra

con su derroche de siempre.

Perdidas almas en venta

cansadas ya, habrá que huir de aquí.

.

Mientras la ciudad estalla

y se desgarra con su llanto

quizás cojas el tren

y quede el banco vacío,

y un suspiro tardío

se verá perder en la marea

de esta ciudad sin memoria.

.

Pero quizás no sea así…

Y un día, no se cuando ni donde

no parará de llover,

habrá magia en el aire

y otra respuesta en tu boca.

.

Y saldremos a la calle,

será el momento.

Corriendo el peligro

de perder el aliento.

Hasta que lleguemos al fin

a ese lugar

del que te oí hablar.

.

Huele a tormenta,

llega cruzando la avenida.

Cuarto informe de ausencia.

Escrito un caluroso día de julio. Ya sabéis, el calor lleva al delirio.

Y llegará el momento de los intensos suspiros contenidos por la rutina, de esos sueños ahogados en la indiferencia,…llegará el momento de la historia común.

.

Elijo la historia común.

Un día escuché

la historia de un hombre

que se lanzó al abismo

y me hizo pensar,

.

quizás ya no quiera escuchar más,

fantásticas historias que deslumbran,

hablemos de las cosas pequeñas, sencillas,

esas que me sueles contar.

.

Creo que la lluvia

está cayendo,

pero la ciudad ruge con furia

y no puedo dejarlo pasar,

.

el telediario extraña

los asesinatos del mediodía.

La crisis, la violencia doméstica

pronto harán su presencia.

.

Elijo hoy, el polvo del camino,

desnudo, presente, caliente.

Elijo la canción del mendigo,

que me hace temblar entre la gente.

.

Elijo el humilde salto mortal

del que dice a diario lo que siente.

Elijo dejar el sillón y soñar

aunque me llamen ignorante.

.

Elijo al amigo, al vecino

elijo su lucha constante.

Elijo la luz cegadora

que espera en el horizonte.

.

Elijo el delito de atrapar sentimientos,

no dormirme, seguir despierto.

Y el de no olvidar viejas canciones

que hablan de todo esto y mucho más.

.

Elijo la historia del hombre común

que se juega la vida a diario

que se enamora por supervivencia

que delira cuando nadie le ve.

.

Elijo el salto mortal, la palabra,

el corazón que duda,

el que suspira.

Y tú, que soltaste aquellos pájaros,

que dormían dentro de mí.

Te elijo a ti.

Tercer informe de ausencia.

Escrito durante el mes de Junio.

.

Un día cualquiera

De fondo se escucha

la melodía

de las manadas de coches,

indómitos y salvajes,

pero atrapados

en la difícil digestión

de la ciudad un nuevo día.

.

Masas humanas se enganchan

a la rutina

dando por perdida

a la incesante búsqueda

de esos labios que se esconden.

Se pierden en los caminos

llenos de polvo,

condenados a la extinción.

.

Una cafetería

del centro y sus clientes

observan ausentes la gente pasar

por la calle de enfrente.

Y escondido un mendigo

desnuda sus miedos.

La Plaza Mayor,

hoy hace sol,

creo verte allí.

.

El periódico

siempre igual,

afuera sigue cayéndose el cielo.

Eufóricos por la Eurocopa

por Contador y por Nadal,

aunque es bueno saber

que aun queda gente decente

que grita por un mundo más justo

que muere por él.

.

Y ahora

maldito metro,

llego tarde al trabajo,

inventare otra excusa

a ver si esta es mejor.

Y mientras espero sueño

con esa huida,

¿te acuerdas

de la que te hablé?

.

Quién sabe

si amanece al fin

y nos volvemos a encontrar.

Yo, sigo mi camino

espero verte pronto aquí.

Afuera la lluvia cae

y nadie para,

la vida sigue.

.

Hasta que te cruces otra vez

sin previo aviso,

sin futuro ni pasado,

ocurriendo en un instante.

Tan improbable, inexplicable

Incontrolable, imprevisible

Incontenible y solitaria,

ojos claros,

sutil como el aire,

brillante en tu interior,

pequeña como una estrella,

intensa como una explosión,

tensamente contenida,

transparente presencia,

permanente tu huella.

Segundo informe de ausencia.

Escrito en el mes de Abril.

Organicemos un pequeño encuentro, que sea un instante, un momento o incluso una fracción de segundo, tan breve que no duela su huida, pero tan intenso que me haga temblar, tan emocionante que deje una profunda huella en la retina, en el corazón. Tan fugaz que apenas sea, pero tan preciso que tenga la certeza de que fue.

Pequeños encuentros

Mientras ella se despereza

y la mañana aun sigue dormida,

él la observa, ella sonríe.

Y antes que otro adiós

se llene en su boca,

él suplica,

que esta vez no se detenga.

.

Maldito invierno,

que no paró de exigir,

reclamaba caricias,

necesitaba su voz.

Y ahora promesas en el aire,

y ahora despedidas en su rostro,

se desprenden,

que esta vez no duelan.

.

El invierno acabó

y con él terminó

algo que no fue,

ella se fue.

Y en su huida se olvidó

un cuerpo dormido.

Ahora te miro.

Yo te he conocido así,

no se,

quizás te soñé.

.

Entonces solo puede celebrar

la rutina que le queda

de saber que volverá,

de arrancarle esa sonrisa,

de retener en su memoria

aquel pequeño encuentro

que apenas fue.

Después se perderá

en la indiferencia de la ciudad.

.

Quizás tuvieran razón

que aun no es tiempo para rendirse,

que todo queda,

que el amor duele.

Primer informe de ausencia.

Corría el mes de febrero, y hacía frío. Era un domingo por la tarde. La cabeza la tenía ocupada con un recuerdo, con un instante, una sensación. Afuera no paraba de llover.

.

Quizás

.

Quizás llegará el momento,

algo ocurrirá, se sentirá en el aire.

Los corazones palpitarán más fuertes que nunca.

La respiración se hará más difícil

y la lluvia no parará de caer.

.

Y da igual si el frío nos corta la piel

porque ésta no es una noche más.

Y da igual que la oscuridad no nos deje ver,

ésta es una oportunidad.

.

“Tu eres dueño de tus ideas

y preso de tus palabras”, me dicen,

pero hay que elegir:

involucrarse o morir.

.

Porque aquí viniste como un huracán

regalando tus ojos llenos de ilusión,

quitándole el aliento a unos pulmones sobrados de oxígeno.

.

Y da igual si el frío nos corta la piel

porque ésta no es una noche más.

Y da igual que la oscuridad no nos deje ver,

ésta es una oportunidad.

.

Los héroes pasan y pasan,

la calle es larga, todo se han ido.

Ahora te pido que en esta tierra de la hipocresía

vuelvas como un vendaval y caigas fría.

Sin mostrar compasión.

.

Quizás este es el momento,

algo ocurre, se siente en el aire.

Los corazones palpitan más fuertes que nunca.

La respiración se hace más difícil

y la lluvia no para de caer.

Informe de ausencia.

Sucede que a veces la vida, lejos de su habitual monótona rutina y su caótica indiferencia, se muestra distinta, llena de matices y colores en los que nunca antes te habías fijado, llena de rincones y susurros, de aromas y caricias, que parecen imposibles de ignorar, pero que ignorabas. Entonces, aquello que creías conocer se vuelve intensamente nuevo.

Seguro que sabéis de lo que hablo.

Un día me ocurrió algo así con una persona que creía conocer. Un día, se generó en mí una necesidad urgente, un anhelo que me hizo soñar, que me hizo ser. Desde entonces, precisos instantes se han sucedido unos tras otros, milésimas de segundo que me han dejado sin aliento, que me han hecho temblar. Saberla cerca, notarla y escucharla se hizo rutina vital para un alma que hasta entonces dormía en la indiferencia.

Ahora, la fragilidad estalla en nuestras manos, y las cosas no suceden como debieran suceder. El vértigo de su ausencia se hace presente y sólo queda la huella que deja su rastro, su sonrisa.

Ahora los sueños distan tanto de la realidad y quedan tan lejos…ahora tengo claro, más que nunca, que aun queda algo de ella que nadie nos podrá quitar, así que, consciente de mis limitaciones, en un acto de puro egoísmo vital, me dispongo a cometer el delito de recordar para calmar quizás esas ganas urgentes de ella y así soñar despierto.

Gracias Ana, por ser mi anhelo, la excusa de mi, de ser, de estar vivo, de soñar, aunque sólo haya sido durante unos meses, los que te supe ver, unos instantes al fin y al cabo, unos instantes precisos de ti, que sin duda merecieron la pena vivir.

Gracias.

.

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“…una carta de amor

es por lo general un pobre afluente

de un río caudaloso

y nunca está a la altura del paisaje

ni de los ojos que miraron verdes

ni de los labios dulces

que besaron temblando o no besaron

ni del cielo que a veces se desploma

en trombas de escarnio o en granizo.

Una carta de amor puede enviarse

desde un altozano o desde una mazmorra

desde la exaltación o desde el duelo

pero no hay caso / siempre

será tan solo un calco

una copia frugal del sentimiento

una carta de amor no es el amor

sino un informe de la ausencia.”

.

Sobre cartas de amor.

Mario Benedetti.

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Todo lo que a partir de aquí pongo, fue empezado durante estos últimos meses, pero no acabado salvo alguna cosa. Son susurros que se quedaron en el aire, promesas que no llegaron a su destino, sugerencias que quedaron en el camino. Ahora, quizás por supervivencia, necesito concretar esos instantes que ella me dejó, esas promesas que quedaron en el aire, justo antes de salir de unos labios, los míos, que se vieron cobardes por expresarse.

Son seis informes de ausencia con forma de canción. Perdonadme por esto.